Esa es polaris, llamada también estrella fenicia, estrella polar o estrella del norte. Las
demás estrellas parecen girar a su alrededor en el firmamento debido a la
rotación de la tierra; en cambio, polaris permanece en una posición
prácticamente constante.
Si te situaras en el polo norte, estaría casi
directamente sobre tu cabeza. Y es que resulta
que el eje alrededor del cual rota la tierra apunta casi directamente a
esa estrella. De ahí que parezca que no se mueve mientras nuestro planeta va
girando sobre sí mismo hasta contemplar una rotación al día.
Shakespeare
escribió hace trescientos años en una de
sus obras: “Soy constante como la estrella del norte”.
Una vez que sabes dónde está al norte, deduces fácilmente dónde
se hallan los demás. En el hemisferio sur, los marinos no pueden ver Polaris y
deben utilizar, por el contrario, la Cruz del Sur Así, pués, por remota que sea la región de
este mundo en la que te encuentres, por muy pérdida que estés, estas estrellas
te guiarán de vuelta a casa. Los marinos siempre han considerado que les traen
suerte; y de ahí procede la expresión “tener buena estrella”.
El curioso mundo de Calpurnia Tate. (Jacqueline Kelly)